La aplicación de la psicoterapia EMDR a parejas tiene el potencial de una experiencia mutuamente productiva. El tratamiento de cuestiones de apego en las relaciones, con la rapidez única que le confiere la terapia EMDR, disminuye la intensidad de las reacciones emocionales y puede sacar a las parejas del punto muerto donde se encuentran desde hace mucho tiempo.
Las motivaciones alrededor del apego son una causa importante del mantenimiento o disolución de las parejas. Cuando se constituye una pareja cada miembro persigue unos objetivos, implícitos o explícitos, que quiere obtener en la relación. A lo largo de la vida de la pareja cambia su importancia dependiendo del desarrollo individual o social y de la fase en que estén. Los objetivos de ambos tienen que conjugarse y coordinarse para que la pareja pueda funcionar.
La autorrevelación en la pareja implica una apertura con el otro de sentimientos, pensamientos y hechos. Si son validados y recibidos por el otro con aceptación se generan sentimientos de calidez y apoyo en la pareja, se va construyendo la intimidad y nos predispone a continuarla.
La expresión de cualquier emoción, las muestras de afecto y la práctica del sexo son elementos precisos para mantener la intimidad en la pareja. En cualquier caso, es importante destacar que una pareja es ante todo relación, interacción, intercambio, dar y recibir y es, en este dinamismo, donde se encuentra la raíz del “amor” y donde fundamentalmente se han de buscar las causas tanto de la armonía como del deterioro de una pareja.
La modalidad en pareja de la terapia EMDR resulta especialmente potente y eficaz. El efecto terapéutico de verse mutuamente, en pareja, trabajando para procesar las emociones con EMDR, suele ser enorme. Al realizarla conjuntamente, cada uno se vuelve más comprensivo con el otro. En definitiva, se acelera el proceso potenciando los elementos de la relación y permitiendo a la pareja desarrollar relaciones nuevas y más satisfactorias.
La nueva ciencia de la neuroplasticidad demuestra en la práctica que podemos curar antiguas heridas emocionales que influyen en nuestra vida actual. Especialmente aquellas relacionadas con los afectos que forman parte de nuestras relaciones a lo largo de nuestra vida. La terapia EMDR se ha desarrollado en el ámbito de la pareja como terreno particularmente sensible a bloqueos emocionales de tipo afectivo y relacional.
El terapeuta, a través de los procedimientos de EMDR, ayuda a los miembros de la pareja a activar su proceso natural de curación. Los estudios demuestran que una relación saludable puede conseguir el efecto de “re-formatear” el cerebro, configurándolo en un modo que nos hace sentir bien.
No existen las parejas exitosas (y mucho menos la pareja exitosa), sino que existen en todo caso diversas posibles formas de entender qué constituye- o no- el éxito en una pareja.
Con mayor frecuencia las parejas fijan sus propias reglas al margen de los usos y costumbres vigentes, definen implícita o explícitamente qué bienes y actividades comparten y hasta qué grado lo hacen. En cualquier caso, es necesario establecer una forma de compartir que funcione, compaginando los intereses personales de cada miembro de la pareja.
Las relaciones humanas adoptan muchas formas, pero las más intensas, las que producen mayor placer y mayor dolor son aquellas que se dan con la familia, amigos y personas amadas.
Cuando aparece un conflicto se disparan los recursos de cada miembro de la pareja para resolverlo, las habilidades de comunicación, de resolución de problemas, la estructura de poder, etc. Cuando el tiempo pasa sin hallar solución, o los problemas se multiplican, el origen de las dificultades se olvida y llega a parecer que no existen elementos desencadenantes de la situación y que es la propia convivencia la que se convierte en problemática. Cuando se tiene una buena comunicación y capacidad para resolver en común los problemas, se tienen más probabilidades de tener una pareja feliz.
El tratamiento conjunto de parejas mediante EMDR implica tratar a la pareja como tal. La pareja ha de empezar conociendo cómo se va a utilizar la terapia EMDR y comprometerse mutuamente con el trabajo a realizar. Al comienzo se dota a la pareja de recursos que ayudarán en el desarrollo de la terapia, como un espacio donde sentirse seguro, situaciones en las que se han sentido unidos, entendidos o han disfrutado uno del otro, etc. De esta forma se crea una atmósfera segura en la que la pareja puede comunicarse de forma saludable, escucharse con empatía y con capacidad de autocontrol.
A continuación se definen los objetivos para la terapia EMDR que estén impactando en la relación del día a día de la pareja. Habitualmente estos objetivos vienen determinados por la problemática existente entre los miembros de la pareja. A partir de este momento comienza el tratamiento EMDR propiamente dicho, con la particularidad de que se ensalzan los vínculos de la relación y el entendimiento mutuo en el trabajo con las emociones.
La conciencia de pareja aumenta al conocer e identificar las dificultades en la relación que están originadas en las respectivas familias de origen. Cada miembro de la pareja es testigo y soporte para el trabajo que realiza la otra parte. Trabajar EMDR en pareja establece una comunicación más saludable, menor reactividad, resolución más sencilla de los problemas y disminución del drama.
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